PSICÓLOGO - HIPNOTERAPEUTA
Los tratamientos de HIPNOTERAPIA, van dirigidos a la mayoría de enfermedades, tanto psíquicas como psicosomáticas, muchas de ellas de origen desconocido.
Las enfermedades pueden tener su origen en el vientre materno. Durante el embarazo, la madre transmite al feto tanto los estados emocionales agradables, como los dolorosos y desagradables que la afectan. Estos estados quedan impresos en el cerebro de la criatura en proceso de gestación. Cuando la sensación o emoción es desagradable como ansiedad, angustia, depresión, tensión nerviosa, ira, etc., la criatura queda predispuesta durante las siguientes etapas de su vida (niñez, pubertad, adolescencia y adultez) a sufrir dichas enfermedades, las cuales en muchos casos se convierten en enfermedad orgánica.
Después del nacimiento, el niño continúa recibiendo estímulos. Si la mayoría de estos son desagradables como regaños, insultos, desprecios, maltrato físico y psicológico, burlas, humillaciones, agresiones sexuales, conflictos entre padres, separaciones, pérdida de una mascota, muerte de un ser querido, enfermedades graves, accidentes, pobreza, etc., la persona será un enfermo en potencia. La intransigencia, embriaguez, drogadicción e irresponsabilidad, de alguno de los padres, son comportamientos que causan mucho daño en la salud, especialmente en la niñez, pubertad y adolescencia.
Entre menos edad tenga la persona, mayor es la susceptibilidad a los conflictos. La mente de los niños es muy vulnerable, cualquier situación de rechazo o indiferencia, así sea moderada, puede afectarlo. Para mayor ilustración del tema, voy citar algunos ejemplos de enfermedades tratadas en mi consultorio, que se manifestaron en la adultez, pero que el evento traumático se dio en el vientre materno y la niñez
Una mujer de 36 años, acudió a la consulta con depresión y migraña. En el proceso regresivo, fue conducida al vientre materno. Allí encontró, cuando tenía cuatro meses de gestación que no era hija deseada, porque su madre ingería bebidas calientes y amargas, con el ánimo de abortarla.
Refirió que, cuando su madre ingería esas bebidas, se sentía muy mal. Este evento fue la causa de la enfermedad, que padeció por muchos años y que no respondió a tratamientos alopáticos y homeopáticos.
Una niña de ocho años, se encontraba sola en su residencia. Se puso a jugar con fósforos y generó el incendio de su casa. Los vecinos la sacaron del interior de la vivienda y llamaron a los bomberos. Ella angustiada y desesperada vio como la máquina de bomberos llegó a su casa y cómo los bomberos lucharon por extinguir el fuego. El sonido de la sirena retumbó en sus oídos. El evento traumático quedó reprimido, porque la niña poco después, olvidó el accidente. Cuando tenía 38 años, ya casada, se mudó a vivir a una casa que distaba a dos cuadras de un centro hospitalario. Allí desencadenó problemas gastrointestinales: diarrea frecuente, vómito y gastritis. En la terapia se encontró que el sonido de las sirenas de las ambulancias, la remontaban a la época en que la máquina del cuerpo de bomberos de su pueblo, llegó apresuradamente a su casa con la sirena a alto volumen. La paciente se curó con cinco sesiones de hipnoterapia. Para mayor efectividad del tratamiento, le recomendé cambiar de lugar de residencia, donde no escuchara las sirenas.
Es el caso de una mujer de 50 años de edad, que sufría con frecuencia de alergias. Llegó el momento en que enfermó de gravedad. Su cuerpo se hinchó y se brotó. Su dermatóloga veía con asombro cómo los medicamentos que le prescribía, no producían ningún efecto; entonces optó por remitirla a psicología.
Tratada con hipnoterapia o terapia regresiva se encontró que, la causa de la enfermedad tuvo su origen a los tres años de edad, cuando se intoxicó con un alimento que le originó una fuerte alergia. Fue internada por quince días en un hospital, en una habitación con alfombras y cortinas rojas.
El estado alérgico a los 50 años obedeció, a que alfombraron y encortinaron el apartamento de color rojo. ¿Qué sucedió? El color rojo fue un estímulo que la paciente recibió durante los quince días de hospitalización (cuando era niña y sufrió alergia). El estímulo quedó condicionado a la enfermedad, es decir, quedó impreso en el subconsciente o inconsciente. Al encontrarse, después de muchos años, frente al mismo estímulo y percibirlo por varios días, desencadenó de nuevo la enfermedad y de manera aguda.
Esta paciente sufrió con frecuencia alergias que no revistieron mayor gravedad. Sin lugar a dudas, estos episodios se dieron cuando vestía prendas de color rojo o cuando recibía de otra manera estímulos del mismo color. Los episodios obviamente no trascendían porque los estímulos eran momentáneos o pasajeros y de poca intensidad, pero en el caso de las cortinas y las alfombras de su apartamento, la enfermedad fue aguda, porque el estímulo fue intenso y prolongado.
Los tres ejemplos o casos clínicos anteriores, explican cómo un evento desagradable ocurrido en el vientre materno y la niñez, puede afectar durante toda la vida, hasta que no sea resuelto psicológicamente.
Siempre que llega un paciente a mi consulta, lo induzco en hipnosis y le hago regresión, generalmente hasta el vientre materno. Si el paciente por alguna circunstancia no es susceptible al procedimiento hipnótico, lo refiero a otro profesional de la psicología.
Para mí la HIPNOTERAPIA, es el instrumento terapéutico más importante de todos los procedimientos psicológicos existentes, porque permite con mayor rapidez y efectividad, liberar al paciente de la energía que le causa enfermedad psíquica (de la mente) y psicosomática (del cuerpo de origen emocional).
No se requiere que el paciente entre en estado profundo o se desconecte de su medio. El paciente puede estar totalmente consciente, pero en estado hipnótico. Se busca bajar los niveles de las ondas mentales y cerebrales; desde gamma y beta, hasta alfa, zeta o theta y delta. El paciente, en estos niveles, puede recordar o revivir las experiencias pasadas y hacer la catarsis de las mismas.
Lo que se hace en hipnoterapia, es una purga psíquica o limpieza mental, si me permiten los términos. Todo evento y en especial los desagradables quedan impresos en la mente de la persona y lo que se pretende, es que el paciente libere la energía o tensión que causa el evento traumático.
Quien se haya liberado de la energía generadora de trastornos psicológicos, gozará de buena salud mental y física. San Juan de Dios refiriéndose a la mente dijo: “SANA PRIMERO TU ALMA, QUE DESPUÉS SANARÁ TU CUERPO”, Descartes: “NO INTENTARÁS SANAR TU CUERPO, SIN ANTES SANAR TU MENTE” y el dicho popular: “EN MENTE SANA, CUERPO SANO
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